Según un estudio realizado por Comunidad Mujer y el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) el 2017, el 30,8% de las mujeres que trabajaba antes de tener hijos, no vuelve a reinsertarse laboralmente.
Las razones son muchas, pero parte de esta cifra incluye a las que optan por el trabajo independiente o el emprendimiento, muchas veces para no tener que sacrificar la realización personal por la maternidad y viceversa.
¿Pero cómo hacerlo?
No existe una fórmula para conciliar de la mejor forma el trabajo y la maternidad, cada experiencia es distinta, pero sí existen claves para empezar a pensar si es el camino correcto para nosotras o no.
Primero, hay que tener claro que el embarazo, y para qué decir la maternidad, cambia todo y puede poner de cabeza la vida de cualquier mujer. Puede pasar que tengas que replantearte por completo la vida y el trabajo. Por eso, cuanto antes puedas tener un plan, mejor.
Lo primero es entender que durante el embarazo, tu salud es lo primero. Atrás quedaron las largas noches de trabajo acumulado y el comer cualquier cosa frente al computador. Ahora deberás aprender a parar y ponerle atención a tu cuerpo, descansar cuando sea necesario y delegar en otros lo que no puedes controlar. El embarazo es un buen momento para aprender algo que después del nacimiento será fundamental: dejar de lado las culpas y sobre todo la falsa expectativa de ser la mamá-trabajadora perfecta y autosuficiente, aprender a soltar el control de todo y a elegir tus batallas, empezar a abrir la mente y no ofuscarse. Saber que nada es imposible, pero que no se puede ir de cero a cien en un segundo, y estar abierta a replantearse todo lo planeado.
Lo más probable es que necesites cambiar algunas cosas y ponerle nuevos límites a tu trabajo, pero con creatividad y optimismo, puedes adaptar tu negocio a tu nuevo estilo de vida o, por qué no, darle un giro e inventar cosas nuevas. Lo importante es tomarse las cosas con calma y ponerse metas a corto plazo, y desde ahí ir creciendo, mejorando y adaptándose hasta dar con lo que te haga sentir cómoda y realizada.
Con el tiempo te irás dando cuenta de que convertirse en padres trae consigo descubrir un montón de habilidades que no sabías que tenías, como la disciplina, la tolerancia, la paciencia, la eficacia y una nueva capacidad de resolver problemas inesperados. Con la llegada de los hijos inevitablemente se aprende a manejar mejor el tiempo y volverse mucho más eficiente.
Sobre el postnatal, el que muchas emprendedoras dudan si tomárselo o no, podemos decirte que, si puedes hacerlo, de todas maneras debes tomarte este tiempo para estar con tu hijo, atender sus necesidades y estar 100% presente en esa etapa tan linda y fundamental para la vida de ambos. Contrario a lo que muchos piensan, sí existe un subsidio maternal para trabajadoras independientes. Si te informas bien y reúnes los requisitos necesarios, puedes hacer uso de este beneficio como cualquier otra mujer que trabaja.
Otro tema muy importante son los clientes. Con ellos también debes empezar a planificarte lo antes posible. Sé honesta y explícales que vas a estar un tiempo fuera, pero que vas a volver y que el resultado de tu trabajo seguirá siendo el mismo. Muchos de ellos van a entender, porque muchos de ellos también son padres.
Piensa quiénes son tus clientes más valiosos y cuáles son los que vas a poder seguir atendiendo después de tener a tu hijo. Una buena forma de conservarlos es garantizarles el cierre de los proyectos en los que estás trabajando, y conseguir tu propio reemplazo para el tiempo que no estarás disponible.
Si te das cuenta de que vas a necesitar nuevos clientes, elígelos de manera realista, pensando en el tiempo que podrás dedicarles y la flexibilidad en tiempos de entrega que puedan ofrecerte.
Y cuando sea la hora de volver a trabajar, tómatelo con calma y busca apoyo en tus cercanos. No tengas miedo de pedir consejos o ayuda. Trata de no mezclar trabajo y maternidad, y respetar los espacios destinados a cada uno. Piensa cuáles son tus posibilidades y las que te hacen más sentido: ¿Quieres dividir tu tiempo por la mitad o tener siempre a tu hijo cerca pero separado de tu zona de trabajo?
Sea cual sea la forma de volver al trabajo que elijas, en Cango Cowork & Play estamos para ayudarte a vivir estos dos roles en un 100%, con un espacio de trabajo tranquilo y una zona infantil separada pero a la que puedes acceder cada vez que quieras, para que trabajes como si estuvieras en casa, pero sin distraerte con las tareas domésticas ni los típicos imprevistos propios de la crianza.
Por último, recuerda siempre: ¡Tienes la suerte de poder estar con tu familia al mismo tiempo que trabajas por ti y por ellos, y si puedes hacer eso, seguro que puedes hacer lo que te propongas!
